Legado
No es casual que Casa Pecados naciera en las barrancas de Amatitán, Jalisco, pues fue precisamente en esta tierra donde entre los siglos XVIII y XIX florecieron las primeras tabernas, lugares donde se reunían los “pecadores” amantes del tequila a disfrutarlo de forma clandestina, ya que la Iglesia había decidido prohibir su producción, venta y consumo. Hoy, casi trescientos años después, las persecuciones quedaron en el olvido pero en cada gota de nuestro tequila sobrevive el gozo por el disfrute del placer que encierra esta bebida espirituosa.
PASIÓN POR… LA TIERRA
Las propiedades únicas de la tierra rojiza en la que crecen nuestros agaves, bañada por el sol a una temperatura promedio anual de 21º, además de los microorganismos que habitan en las barrancas, dan al Tequila Casa Pecados un sabor extraordinario, el cual estamos seguros también te apasionará.
TEQUILA CON TRADICIÓN
En Casa Pecados damos tiempo al tiempo y creemos en la tradición milenaria de respetar los ciclos naturales que intervienen en cada uno de los procesos de creación. Así, desde la plantación y cuidado de cada agave azul hasta la destilación de la última gota envasada en nuestras botellas, trabajan manos mexicanas, herederas de una larga historia de orgullo por lo bien hecho.